>Vlad, cuando escribiste "Hans, meines Erachtens sind die beiden Varianten vollkommen korrekt, sowohl "Me imagino abrazándote" als auch "Me imagino abrazarte"
no me parecía correcta la forma "me imagino abrazarte", pero no estaba segura y consulté a la RAE.
>
El complemento predicativo del complemento directo del verbo imaginar se expresa mediante un gerundio (gerundio predicativo). Según esto, la construcción normal es Me imagino abrazándote, donde el gerundio es un predicativo del pronombre átono de acusativo me.
Clamin, die Antwort der RAE klingt für mich nicht allzu sehr überzeugend, denn die Argumentation, warum denn '
imaginar + complemento directo + infinitivo' nicht richtig sein sollte, fehlt komplett.
Ich räume ein, dass die Konstruktion '
imaginar + objeto directo + gerundio' die häufigere als die mit dem Infinitiv ist, dennoch kann ich dem Herrn aus der RAE zig Beispiele für '
imaginar + objeto directo + infinitivo' liefern, die nicht nur aus der hispanoamerikanischen Literatur, sondern auch aus der Spaniens stammen.
Hier nur ein paar davon aus verschiedenen Ländern und Jahrhunderten (XVIIII-XXI):
(1) Élise Turcotte, «
Dans le delta de la nuit: En el delta de la noche»
Traducción de Gabriel Martín y Luis Armenta Malpica. Tlaquepaque, Jalisco. México. Mantis Editores, 2003. Página 93:
Ya lo ves. Mi amor sospecha bajo puentes de sueños de digestión, así dicen. Mi amor se expresa en las arterias, bajo los trópicos. Tropiezo. Toda tu piel separada del paisaje. Carne para escribirte la exigencia. Desahuciar lo inédito de los volcanes, pirámides, espejos, obeliscos. Remover la lengua en las respiraciones de persianas. Vagamente
te imagino abrazarme, me imagino abrazarte, borrarte del contexto, tiempo abundante, desnudo, algunas palabras, apenas sobresaltos.
(2) José Ramírez Guerrero, «El fugitivo de San Juan de Ulúa» (novela)
México, D. F.: Casa Ramírez, 1962. Página 177:
Nadie, con excepción de el señor de Alcalá, y la señora doña Consuelo viuda de Dugay, y acaso alguna otra persona más, conocía la historia de la niña Nora, hija de los esposos ya mencionados, y quien no conocía más padre que al señor de Alcalá, y éste trataba de corresponder a ese cariño; pero en una forma superficial. Pues siempre que iba a besar a la niña,
se imaginaba besar al fantasma de Marcos, porque aquellos ojos, y aquel rostro gritaban, quien era su padre.
(3) Eduardo J. Correa (1874 - 1956), «Prosas ingenuas», Volumen 1
México: Tipografía "El Observador" de J. Flores, 1901. Página 77:
Sólo vi con una lucidez admirable, como despertando de un sueno, que el despecho había arrojado á mis brazos á mi esposa, que jamás me había querido, que
al besarme se imaginaba besar al otro, que al acariciar los cabellos de oro de Lulú acariciaba los de aquel Arturo, y me expliqué por qué mi hija era rubia, por qué no se parecía á mi esposa ni á mí; comprendí el misterio fisiológico .... y la odié porque era el estigma constante de mi vida, porque completaba la obra infame de su madre, porque me estorbaba en la vida, porque era mía y no era mía! ¿No tengo razón para ser feliz por la muerte de Lulú?. Y siguió bebiendo cerveza y riendo estúpidamente.
(4) Moisés Vincenzi, «La señorita Rodiet: Caracteres humanos»
Costa Rica, San José, Editorial Trejos Hermanos, 1936. Página 13:
[...] era para ella la voz del silencio.
Se imaginaba escucharla desde los peñascos, y asociarla, desde ellos, a sus más caros recuerdos; o desde el lejano ventisquero donde pensaría acaso en la muerte y en su padre enfermo.
Moisés Vincenzi Pacheco (Tres Ríos, provincia de Cartago, 3 de febrero de 1895 - San José, 22 de marzo de 1964) fue un filósofo y escritor costarricense. En 1962 se le otorgó el Premio Nacional de Cultura Magón.
(5) Manuel Galich, «De lo vivo a lo pintado» (Comedia en tres actos)
Ministerio de Educación Pública, 1953. Página 92:
ELISA Licenciado, sí, yo. Acabo de ver salir a esa mujer. Hace rato que estaba atalayando a Jorge. ¿No sabe si está? Necesito hablar con él. Quiero que me haga un favor. Una simpleza.
CASTILLO Pues nó sé, nía Licha. Debe estar por ahí, adentro. No lo he visto para nada. O tal vez anda en la calle. Hace mucho que no sé de él. ¿Y usted qué se ha hecho, nía Licha?
No me imaginaba verla por aquí.
ELISA Ah, yo, licenciado. Yo sólo he llorado de lástima por mí. Me ha dado lástima, de verme sin derecho a nada, en la calle, sin otra culpa que haber querido mucho a mi difunto Alejandro. Y lo he llorado a él ...
Manuel Francisco Galich López (Ciudad de Guatemala, 30 de noviembre de 1913 - La Habana, 31 de agosto de 1984) fue un reconocido escritor, dramaturgo y político guatemalteco.
https://es.wikipedia.org/wiki/Manuel_Galich(6) Jorge Isaacs, «Maria» (1867)
Apoyado de codos sobre el marco de mi ventana,
me imaginaba verla en medio de los rosales entre los cuales la había sorprendido en aquella mañana primera: estaba allí recogiendo el ramo de azucenas, sacrificando su orgullo a su amor.
Jorge Ricardo Isaacs Ferrer, (Cali, República de la Nueva Granada, 1 de abril de 1837 - Ibagué, 17 de abril de 1895). Fue un novelista y poeta colombiano del género romántico. Jorge Isaacs vivió durante la consolidación de la República.
La obra literaria de Isaacs se reduce al libro de poemas que publicó en 1864 y a su única novela, María (1867), considerada una de las obras más destacadas de la literatura hispanoamericana del siglo XIX.
https://es.wikipedia.org/wiki/Jorge_Isaacs(7) Juan José Arreola, «La feria» (1963)
A don Salva casi se le salían las lágrimas. Acariciaba en la imaginación las telas de flat y de chermés con que
se imaginaba verla vestida. "Mañana le voy a mandar de regalo tres cortes para que los estrene en la feria. [...]"
Juan José Arreola Zúñiga (Zapotlán el Grande —hoy Ciudad Guzmán—, Jalisco, 21 de septiembre de 1918 - Guadalajara, Jalisco, 3 de diciembre de 2001) fue un escritor, académico, traductor y editor mexicano.
https://es.wikipedia.org/wiki/Juan_Jos%C3%A9_...(8) Miguel Navarro, «La corona de Uganda»
Ediciones De Buena Tinta, 2012. Página 71:
Después de averiguar que el tipejo con el que se había acostado no era ni más ni menos que el regente de un burdel, tuvo el valor de presentarse entre aquellos chulos y macarras. La visita no sorprendió a nadie.
Me imagino verla pasar con sus trajes de seda entre aquellas chicas apenas vestidas con un minúsculo tanga.
Natural de Chiva (Valencia), Miguel Navarro Blasco nació con la primavera de 1963. Autor de numerosos relatos, autodidacta, juega a encadenar palabras entre sueños verbales. Finalista del V concurso de cuento original e inédito en lengua castellana organizado por la asociación cultural Encuentro de Dos Mundos, de Ferney-Voltaire (Francia) con su relato EL PUENTE DE LA APARICION. Desarrolla parte de su actividad literaria en diversos blogs, siendo el eje central “El hidalgo de las palabras”, cuyo sitio es
http://elhidalgodelaspalabras.blogspot.com.es/.
http://www.booktrailersweb.es/autores/m/migue...(9) Pedro Sevylla de Juana, «Pasión y muerte de la señorita Salus»
https://books.google.es/books?isbn=8468607894Bubok Publishing S. L., 2012
"Dios no es sordo y conoce de sobra tu lamentable posición":
me imagino oírla advertirme bajito. Resulta que yo no sabía respirar; ella lo dijo. Apenas tomaban aire mis pulmones; volumen insuficiente para prolongar el temblor de las [...]
(10) Vicente Blasco Ibánez, «El paraíso de las mujeres». Prometeo (1922)
El Padre de los Maestros era mistress Augusta Haynes, la madre de Margaret.
Gillespie se imaginó verla, a través de unos gemelos puestos del revés, vestida con un traje de doctor estrafalario y magnífico para asistir a un baile de máscaras.
Vicente Blasco Ibáñez (Valencia, 29 de enero de 1867 – Menton, Francia, 28 de enero de 1928) fue un escritor, periodista y político español.
https://es.wikipedia.org/wiki/Vicente_Blasco_...(11) [PDF] JAIME MANRIQUE - Universidad del Norte
http://ciruelo.uninorte.edu.co/pdf/BDC115.pdfMEDITACIÓN
Ese espacio de tu piel encima del tobillo —tu zapato se ha comido la media— es una planicie de oro con suaves hondonadas. Cierro los ojos,
me imagino acariciarla y al pisar tu carne atravieso valles de arenas movedizas.
Nació en Barranquilla, Colombia el 6 de Junio de 1949. |Poeta, novelista, ensayista, intelectual e intérprete; recibió el premio nacional de poesía Eduardo Cote Lamus en 1975 por su primer libro, Los adoradores de la luna.
(12) Julio Ortega, «Gaborio: Artes de releer a Gabriel García Márquez»
Alcalá Grupo Editorial, 2007. Página 161:
Hice un receso cuando ellas regresaron a las once. Las escuché cepillarse los dientes y desearse buenas noches. Me estremecí cuando
las imaginé desnudarse y entrar solas al lecho (dormían juntas en el cuarto de la madre porque el enfermo ocupaba el de la novia). Pronto volví a mi merecido tesoro. El tiempo real había cesado. Estaba inmerso en la noche profunda, tan relativa e inasible como la ficción. Nada mejor que leer cuando todos duermen y pocos sueñan.
Julio Ortega (* Casma, 1942 - ) Escritor y crítico literario peruano, residenciado en Estados Unidos. Profesor de Literatura Latinoamericana en Brown U.
https://es.wikipedia.org/wiki/Julio_Ortega_%2...PS: Mir fällt schwer zu glauben, dass all diese Autoren ihrer Muttersprache nicht ausreichend mächtig sind bzw. gewesen sind, um korrekte Konstruktionen bilden zu können.