Beispiele aus Google Books zum Vergleichen:
• Domesticado, un elefante podía ser atado sin peligro a un hilo de coser, pero liberado era otra cosa. El elefante era una indestructible máquina de matar, con la fuerza suficiente para enfrentar con ventaja a trescientos hombres.
• Se ignora también si el hombre de aquellos remotos tiempos había conseguido domesticar el mamut, como se ignora igualmente la época en que empezó esta domesticación. El elefante actual puede decirse que se conserva aún en estado salvaje, porque casi nunca se reproduce en cautividad. Todos los que se exhiben en parques zoológicos o en circos, han sido capturados jóvenes o adultos, y luego domesticados. Las dos formas vivientes actuales son el elefante de la India y el africano; sólo el primero es fácil de domesticar; el africano es indómito y rebelde, y puede asegurarse que ni en un solo individuo se ha logrado completa domesticación. ...
• No se puede domesticar ni aun domar a los elefantes africanos, aunque algo se ha conseguido en el Congo. Esta es la gran diferencia con los elefantes indios, que son mucho más fáciles de manejar.
• Para domesticar un elefante y conseguir que haga gags, se le ata a un árbol. Y el elefante intenta moverse pero ve que no puede. Y entonces lo sacan a una pista de circo después de unos meses, lo atan a una banqueta y el elefante no distingue el tronco de la banqueta y no se mueve nada. Entonces sale un clown que se suele llamar "6.0" o "5.3 versión E", "8.0 Pro" y y demuestra que el elefante sigue ahí. Y sale todas las noches, y aunque lo aten a una banqueta que no pesa ni dos quilos, el elefante no se mueve.
• Yo no sé si los televidentes de las grandes ciudades habrán llorado a la vista de semejante drama rural, pero lo que sí he oído son los comentarios de las gentes del campo, que ya están mosqueadas con las historias del doctor acerca de los perros asilvestrados, echando a estos las culpas de las muertes de ganado, para librar de pecado a esos lobos pacíficos y cariñosos con el hombre, como demuestra Rodríguez de la Fuente jugando ante las cámaras con unos ejemplares domesticados que posee. También podía haber domesticado un tigre o un rinoceronte y no por eso dejarían de ser fieras. El doctor debe de creer que en el campo español no sabemos distinguir entre un perro y un lobo, y debe de pensar que esta confusión viene desde siglos en toda Europa.