DUE, María Moliner:
• conocimiento
3 Facultad de saber lo que es o no es conveniente y de obrar de acuerdo con ese conocimiento: ‘Los niños no tienen conocimiento y hay que apartar de ellos los peligros. Salir sin abrigo en un día como éste es no tener conocimiento’. ⇒ Prudencia, sensatez.
• tener conocimiento. Haber llegado a la madurez o estado en que se puede discernir entre lo bueno y lo malo, lo conveniente o no conveniente, etc. ⊚ Ser sensato o razonable.
https://enciclopedia_universal.academic.ru/45...
Gran Diccionario de la Lengua Española © 2016 Larousse Editorial, S.L.
8. tener conocimiento SICOLOGÍA Haber llegado al estado en que se puede discernir entre lo bueno y lo malo.
https://es.thefreedictionary.com/conocimiento
Diccionario de expresiones y locuciones del español
Juan Antonio Martínez López, Annette Myre Jørgensen
Ediciones de la Torre, 2009
https://books.google.de/books?id=ISOkaIFXJmMC
no tener [alguien] conocimiento; [loc. verb.] (form.) (mf). No estar capacitado para discernir entre lo bueno y lo malo, lo favorable y lo desfavorable. «Parece mentira que con veinte años no tengas aún conocimiento. No ves que si te acuestas en el suelo te ensucias toda la ropa que luego yo tengo que lavar».
Revista de educación - Volumen 6 - Página 42
1938 - Vista de fragmentos - Más ediciones
https://books.google.de/books?id=eZDlAAAAMAAJ
División de la imitación según Venmeylen.
Este autor, hace la distinción de, INSTINTIVA la que se manifiesta en los primeros meses de vida. El niño imita la sonrisa, si se le sonríe, el gesto austero, los movimientos como palmadas, el adiós con la mano, hacer ojitos, muecas, etc.—TENDENCIOSA, que comienza a los 9 meses; el niño ya tiene conocimiento y conscientemente reproduce los actos que percibe, experimentando viva satisfacción; de los 18 meses a los 2 años alcanza todo su valor. Se le ve reproducir la mímica, el canto, los ruidos y sonidos, las actitudes, etc., y, RAZONADA, de los seis años en adelante. ...
Conferencias I Fantástico Mundo Griego, Pablo de Ballester
Publicaciones Cruz O., S.A., 1996
https://books.google.de/books?id=5psMKzPNuS4C
... como decía Sócrates —ya desde pequeño— cuando le decían:
—Buenos días, hijo.
—¿Qué?
—Nada, no dije nada, te dije buenos días hijo, anda vete, sáquese.
—No, un momento, usted dijo buenos y además añadió días, de modo que usted ya tiene conocimiento de qué es lo bueno y qué no es lo bueno. Usted ya sabe qué es bondad y qué es maldad, para calificar a algo o a alguien de bueno; es más ¿cómo puede usted decir buen día desde la mañana, si no sabe lo que va a ocurrir por la tarde? Mejor, en vez de decir buenos días, decir: ¡quién sabe qué días! y así no se compromete usted.
Y le decían:
—No, es que no es una afirmación, es un deseo, que ojalá tengamos buenos días.
—Y ¿por qué? el formular un deseo ¿facilita que el día sea bueno... ?