Luis Leal, Aztlán y México: perfiles literarios e históricos, Editorial Bilingüe, 1985, p. 133.
... muerte. A veces, el mexicano trata a la muerte como a una mujer amada, y por lo tanto la llama la bien amada o la novia fiel. ...
Juan M. Lope Blanch, Vocabulario mexicano relativo a la muerte, UNAM, 1963.
... la novia fiel (porque con toda lealtad nos espera durante años); ...
Academia Mexicana de la Lengua, Diccionario de mexicanismos, Siglo XXI, 2010.
la novia fiel. loc. sust. pop/p.u. La muerte: "Carlos ya se fue con la novia fiel'.
Mucio Teixeira, Celajes: poesías, Caracas, Imp. y Lit. del Gobierno Nacional, 1889, p. 279.
PAGINA REALISTA
(Fragmento de un drama en cuatro palabras)
MARIO (en el lecho)
[...]
Palpita el nido... el cáliz... el regazo...
¡Todo de amor palpita en todo el mundo!
Y tú también me aguardas en tu lecho,
¡Oh! muerte... ¡novia fiel del moribundo!...
Roy Barreras, Bailando con la muerte: mi lucha victoriosa contara la enfermidad, Aguilar, Penguin Random House Grupo Editorial Colombia, 2023.
¿Quién desaparece?
Dios, si existes, cuida mi alma, si existe².
Ernest Renan
Sentimos que morir es desaparecer. Dejar de aparecer en los rincones, en la casa, en la oficina, no volver nunca. Tu muerte te "desaparece". Pero ¿puedes tú desaparecerla a ella? Tú estás aquí y ahora. Ella no está. Y ante tus ojos nunca va a aparecer. Existe porque la imaginas, ¡desaparécela! Olvídate de ella y sigue tu camino. Desaparecerla es derrotarla.
Me atrevo a proclamar que la muerte puede ser derrotada, desaparecida. La he llamado "ella", otros la llaman la calaca, la pelona, la novia fiel, la calavera, la desdentada, mariaguadaña, la huesuda... También he llamado la "despedida" a ese último día porque tu viaje continúa. A través de la energía, de la historia, de los genes, de los hijos para quienes los tienen, del espíritu, del alma o como queramos llamarla quienes creemos, de la trascendencia hacia otras dimensiones, y quienes no creen también trascienden hacia la dimensión del recuerdo, del legado, de lo sembrado, de lo que dejaste; creyente o no, dejas una huella que sigue caminando. Llámala el genoma como Noah Harari, llámala el alma como la llamaron Pascal y doscientos años después nada menos que el físico fundador de la teoría cuántica Max Planck, o llámala la energía que se transforma como Einstein. ¡Pero tú continúas! Tu viaje por el universo continúa. Si tu viaje continúa habrás derrotado tu muerte.
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² Renan, Ernest (1823-1892). Diálogos y fragmentos filosóficos, Valencia, Editorial F. Sempere y Compañía, 1913.